Aparigraha: desapego

Originalmente Publicada en: Marzo 2, 2018

Desapego.  Este es el quinto yama (perceptos del yoga) .

Aparigraha se compone por “Grah”, que es la raíz de “graha” y significa apropiarse, tomar o aceptar, y “pari” que quiere decir alrededor de; entonces la palabra Aparigraha se podría traducir como “no acaparamiento o apoderamiento de algo que está a nuestro alrededor”. Librarse de toda codicia o avaricia. Todo lo que tenemos y somos es un don, y estos deben circular hacia los demás; acaparar sería cortar y crear cierto desorden alrededor de nosotros. Ahí es cuando viene la idea de “lo mío” y del “yo” como centro. Es cuando nuestro ego es el mayor enemigo; el creer que merecemos todo o el que podemos hacerlo todo sólo nos desequilibra. Aparigraha se puede ver como una faceta de Asteya (no robar), porque te vas desapegando a lo que no es tuyo, además de que vas olvidando el temor a que desaparezca. Es decir, mientras Asteya habla de la disciplina de no apoderarse de lo que no te pertenece, Aparigraha te lleva un poco más allá, te invita a renunciar a lo que pudiendo ser nuestro no se exceda. Aparigraha no sólo habla de los bienes materiales, sino también en nuestras relaciones diarias con nuestros familiares, amigos y pareja, ciertas creencias, el ego, etc.

 Esta es una forma elevada de trabajar el desapego y la más difícil. Los celos y la envidia son manifestaciones de posesión de personas y de objetos o logros de otro. Cuando practicamos este yama, nos volvemos imparciales y de este modo el amor, el aprecio, la compasión se vuelve incondicionada y no se restringe a nuestros seres más allegados. El vivir por y para ciertas personas o alguna creencia a nivel fanatismo; pierdes la intención de dar amor sano y disfrutarlo, y el sufrimiento es mayor al grado de ser enfermizo cuando hay alguna decepción.

En todos los aspectos de este yama, es indispensable abordarlo con humildad y con una visión real de nosotros, ya que es importante no reprimirse, pretendiendo adoptar una actitud centrada.

Debemos tener especial cuidado y no estar apegados al deseo de desapegarse. En sí, el realizar esta acción no es practicar un alejamiento hostil o frío, o simplemente aceptar resignadamente y ser indiferentes a la gente y a sus problemas. Desapegarnos es apartarnos de una persona o de un problema con amor; no podemos resolver los problemas que no nos tocan, cada persona es responsable de sí misma. No podemos solucionar todo o “cambiar a todos” sólo porque nosotros pensamos que sí podemos. Hay que encontrar el equilibrio en trabajar el desapego, pero no llegar al punto en que “nos vale todo”. Es difícil encontrar o saber cuándo tienes suficiente o permanecer libres de la influencia de los demás, de opiniones, juicios o reacciones.  En sí, desapego es mirar las cosas y la vida con mucho amor, generosidad y consciencia, sin atarse a algo de manera incorrecta e intensa. Así que les dejo unas preguntitas de reflexión:  

·       ¿Necesito realmente más? 

·       ¿Qué o quién es lo que me quita la paz? 

·       ¿Necesito de alguien más para sentirme completo?

·       ¿Puedo ser más abierto en ciertas situaciones?

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