¿Cómo hacer ejercicio en esta nueva normalidad? Es una de las grandes preguntas que tenemos.
Con la pandemia la mejor medida que hemos visto para evitar contagios es el distanciamiento social pero este también tiene su lado obscuro ya que puede favorecer la conducta sedentaria y reducir la actividad física regular diaria, y así aumentar el riesgo de desarrollar eventos cardiovasculares, pérdida de la densidad mineral ósea o muscular ansiedad y depresión.
También se aconsejado en numerosas ocasiones el uso de cubre bocas ¿Pero es sano hacer ejercicio con este?
NO.
El uso de este al hacer ejercicio provoca una respiración hipóxica (disminución de oxígeno) e hipercápnica (aumento de la concentración de CO2 – Dióxido de Carbono) que puede producir toxicidad.
O sea, cuando pones algo sobre tu boca y tu nariz se limita el paso del aire. Esto puede provocar ansiedad o un poco de mareo sobre todo al momento en el que se está realizando el ejercicio. Eso hace que el deportista se canse antes y todo eso tiene una repercusión en la actividad física del individuo.
Cuando hacemos ejercicio, nuestros músculos producen ácido láctico, lo que causa esa sensación de ardor y este se convierte en dióxido de carbono y se exhalamos.
A medida que sube la intensidad del ejercicio es posible que vuelva a respirar dióxido de carbono, lo que puede reducir la función cognitiva y aumentar la frecuencia respiratoria.
En si lo mejor para regresar a tu rutina normal, es buscar gimnasios, studios, academias etc, que cuenten con los lineamientos necesarios e instructores capacitados que te ayuden a tener una vida saludable con todos los cuidados pertinentes.
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