Originalmente Publicado: Noviembre 28, 2018
Es muy común últimamente ver cómo la mayoría delas personas se ponen a dieta con un régimen que encuentran en una revista o en internet o utilicen algún producto para adelgazar como tés y licuados dietéticos, pero muchas veces estos no están diseñados para lo que realmente necesita nuestro cuerpo. El perder peso no es malo, siempre y cuando este proceso sea supervisado por un médico o un nutricionista.
Lo primero que se tiene que hacer es someterse aun examen físico para determinar la dieta que se ajusta a nuestras condiciones, tomando en cuenta peso, talla, actividad física y hábitos alimenticios,
Hablemos primero de las dietas ”Fantásticas” -como las llaman varios médicos-, estas han incrementado enfermedades de desnutrición debido a los ayunos prolongados porque creen que el bajar de peso es dejar de comer, cuando lo que se necesita es tener un equilibrio entre minerales, proteínas y electrolitos.
No dejes de comer por querer bajar; tienes quehacer mínimo 5 comidas (3 principales y 2 entre comidas) para que el metabolismo no se sature y se mantenga despierto todo el tiempo. Puedes comer de todo, pero con moderación. El punto es saber combinar los alimentos. Específicamente en las dietas mal planeadas y sin asesoramiento profesional pueden provocar que al terminarla suba más; es como si lanzaras un pelota, ésta choca contra la pared y regresa con la misma o mayor fuerza, lo mismo pasa a nivel metabólico con este tipo de dietas y se produce un desequilibrio importante de nutrientes, que de ser sostenido por mucho tiempo, se desencadenan graves problemas de salud.
En cuanto al uso de las pastillas y tés para adelgazar hay muchas secuelas de lo que no te hablan las personas que te los recomiendan:
*Las pastillas bloqueadoras de grasa. Ocasionan gases, diarrea frecuente, sudores, manchas en la piel y calambres abdominales.
*Las pastillas bloqueadoras de apetito. Estas funcionan engañando al cerebro, haciéndole creer que estas lleno o que no tienes hambre y pueden aumentar la presión arterial, provocar dolores de cabeza, insomnio, náuseas y mareos.
*Diuréticos: Deshidratación, arritmias, hipertensión.
*Laxantes: diarreas, arritmias, desmineralización, cólicos abdominales, hinchazón, cansancio y fatiga.
*Sedantes: dependencia, depresión, irritabilidad disminución de la concentración.
*Anfetaminas: arritmias, taquicardia, hemorragia cerebral, depresión, hipertensión pulmonar, psicosis y muerte.
No te impongas dietas o productos recomendadas por amigos, vecinos o cualquier persona en redes sociales; recuerda que todos los organismos son diferentes y reaccionan de distintas maneras. Acude con un nutriólogo o médico que te ayude a establecer metas y no improvisar dietas, que te enseñe a comer, que te explique lo que es un plato saludable.
Pero, sobre todo, no hay figura perfecta, tenemos que estar sanos y en forma sin apresurar los resultados, ya que estos pueden afectar tu salud.
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